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Un genocida ante la Justicia por el secuestro del periodista Maurice Jeger

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Maurice Jeger, tenía 36 años, trabajaba en el diario La Gaceta de Tucumán, y desapareció desde la noche del 7 al 8 de julio de 1975. Es, junto con Marianne Erize, las monjas Alice y Leonie, y otros casos menos notorios, uno de los 15 franceses que desaparecieron durante la dictadura militar. Ampliar
Se trata de José Roberto Abba, quien fue indagado por el juez federal Daniel Bejas. El perfil de un criminal.

El ex coronel auditor (r), José Roberto Abba, se encuentra detenido por orden del juez federal Nº 1 de Tucumán, Daniel Bejas, quien lo indagó sobre la desaparición del periodista francés Maurice Jeger y su compañera Olga Cristina González. Al momento del secuestro, Jeger tenía 36 años y su compañera 26, quien estaba embarazada de cuatro meses. Según informó Clarín, Abba permanece detenido desde el 27 de septiembre.

Trabajaba en el diario La Gaceta y es el primero de los 15 ciudadanos franceses desaparecidos en la Argentina. La madrugada del 8 de julio de 1975 fue secuestrado de una vivienda en calle general Paz al 1000 de esta capital por un grupo de gente uniformada y de civil, fuertemente armados y que contaron con un camión militar de apoyo.

Su departamento fue saqueado y sus pertenencias robadas. Días después del secuestro, desconocidos entraron al diario donde trabajaban y vaciaron el escritorio de Jeger.

Un testigo aseguro haber visto a Jeger el 9 de julio dentro de la comisaría de Famaillá. Otras fuentes sostienen lo vieron en el Centro Clandestino de Detención "La Escuelita de Famaillá".

La causa tenía a cuatro personas imputadas: el general Acdel Vilas (jefe del Operativo Independencia) y quien falleció. Otros, quienes eran capitanes del Ejército, Héctor Mario Schwab (está prófugo) y Enrique José del Pino (estaba prófugo, pero fue capturado en 2007) y Abba.

Radiografía de un genocida José Roberto Abba fue fiscal de Estado (en esa época se llamaba Abogado General del Estado) posteriormente al golpe genocida, durante 1976/77. Estaba procesado por delitos cometidos en Tucumán en el marco del Terrorismo de Estado y había sido beneficiado por la Ley de "Obediencia Debida". Junto al genocida Antonio Domingo Bussi fue partícipe directo de la represión.

Es un fanático de ultraderecha al que varias fuentes lo responsabilizan no sólo como criminal, sino por el manejo de los asuntos turbios de Bussi, incluyendo amenazas y maniobras extorsivas.

Está acusado, además, de los delitos de terrorismo y de genocidio por el Juzgado Central número 5 de la Audiencia Nacional de Madrid y fue procesado por Baltazar Garzón en 1999.

La responsabilidad del capitán Abba por la desaparición de personas fue directa y el conocimiento de sus amenazas ya eran de extrema cotidianidad en la capital de la provincia. Llamativamente, no se registran datos en la prensa escrita, entonces cómplice o censurada por algún censor militar.

Los "amigos" de Abba Entre algunas de las personas que integraron el entorno de Abba se encuentran, según denuncias, algunos nombres conocidos: Zaida Eugenia Lobo de Gerardi, Raúl Topa, Alberto Magli, María Gilda Pedicone, Carlos Valls, Federico Colombres, Luis Eduardo Díaz Romero y Jorgelina Inés Antoni.

Todos ellos dependían de forma directa de Abba. Algunos ocuparon puestos relevantes, como Topa (vicegobernador e intendente de la capital); Magli (fiscal del municipio); Pedicone (encabezó la Fiscalía de Estado en 1996). Romero había sido juez penal durante la distadura, al igual que Antoni.

Jeger es una de las más de 250 víctimas de la megacausa "Operativo Independencia".