Andrés Ciro Martínez volvió a Tucumán y seguramente las más de 7.000 personas que colmaron el estadio de básquet del club Central Córdoba no podrán olvidar fácilmente, con tanto despliegue escénico y fundamentalmente, con tanta buena música. En el marco de su gira nacional y previo paso por las provincias vecinas de Jujuy y Salta, y antes de llegar a Santiago del Estero, Ciro y Los Persas hicieron delirar a los tucumanos.
Fue la presentación de un nuevo trabajo como solista, denominado "27", pero resultó hasta lógico saltar y cantar aquellos viejos temas que lo hicieron conocer el éxito a través de Los Piojos. Fue tal la química entre Ciro y la gente, que en un momento el músico no quería dejar el escenario. Cumplió con el libreto. Es decir, terminar el show y esperar el pedido del público para regresar a escena. Es que después de casi dos horas de música todavía faltaba interpretar "Mirenla", el tema del momento, el que forma parte de este último trabajo discográfico.
Pero antes de llegar a ese descontrolado espacio de euforia, Ciro y Los Persas tuvieron su momento emotivo, al homenajear a los héroes de Malvinas. Un grupo de ex combatientes se sumó al espectáculo y le entregaron al intérprete la bandera Macha de Tucumán. Hasta el más duro se emocionó. Mucho más cuando Ciro se fundió en un abrazo con todos ellos.
Pero así es Andrés Ciro, un artista que le canta a su hijo, a la vida y a quienes dieron su vida por la Patria con una profunda simpleza y una sentida emoción.
Cuando faltaban diez minutos para las dos de la mañana del día sábado el ex Piojos le advirtió a las chicas y chicos que ya se podían ir. Un no rotundo fue la respuesta de un estadio que estaba muy entusiasmado con la idea de seguir, al parecer, hasta la salida del sol. Ahí vino el tema que todos esperaban: Astros.
Ya sin más canciones por entonar, Los Persas hicieron de las suyas para extender un show sensacional. Esos que quedarán grabados en la retina de todos los que desafiaron la noche con la idea de vivir un momento inolvidable. Tanto como la despedida de Ciro. Sólo con su armónica entonando el Himno Nacional. Ya eran las 2.25 del sábado.
Agradecido y emocionado hasta las lágrimas, así lo demostró, Ciro aplaudió y saludo hasta que se fue la última alma que llenó el estadio de Central Córdoba.