La Justicia de Estados Unidos decidió absolver a un niño de 14 años condenado a la pena de muerte. Pero la decisión llegó tarde, setenta años después de haber sido ejecutado en la silla eléctrica en junio de 1944.
Se trata de George Stinney, de 14 años, quien fue acusado en 1944 como el asesino de dos niñas. Se convirtió en la personas más joven que fue ejecutada en la silla eléctrica en la historia de Estados Unidos.
Setenta años después, la jueza de Carolina del Sur, Carmen Tevis Mullen, resolvió que Stinney no fue sometido a un juicio justo. Según la magistrada, el proceso judicial estuvo plagado de "violaciones fundamentales y constitucionales a un proceso regular".
El proceso judicial contra el pequeño duró apenas un día y la policía en esos momentos afirmaron que contaban con una confesión del adolescente, de la cual no existe ningún tipo de documento escrito.