Alejandro Burzaco, investigado por la Justicia de Estados Unidos es uno de los propietarios, junto a Clarín, de Torneos y Competencias.Su hermano Eugenio fue jefe de la Policía Metropolitana de Mauricio Macri y actual hombre de consulta en materia de seguridad.
El
Departamento de Justicia de Estados Unidos destapó la olla y el fútbol mundial
es azotado por un escándalo sin precedentes en la FIFA. Los dirigentes
sudamericanos no están exentos y cuatro de ellos se encuentran implicados. El
uruguayo Eugenio Figueredo, el paraguayo Nicolás Leoz, el brasileño José María
Marín y el venezolano Rafael Esquivel se encuentran entre los nueve directivos imputados por corrupción en un proceso abierto en Estados
Unidos, según confirmó este miércoles el Departamento de Justicia
norteamericano.
En total son 14
los acusados por el Departamento de Justicia, que también implicó a cinco
ejecutivos de marketing deportivo de Sudamérica y Estados Unidos. Entre estos
últimos están los empresarios argentinos Alejandro Burzaco
(Torneos y Competencias). Hay que destacar que el Grupo Clarín es propietario
del 50 por ciento de TyC y que Burzaco es hermano de Eugenio Burzaco, un ex
jefe de la Policía Metropolitana de Mauricio Macri. También están seriamente
comprometidos y sometidos a investigación Hugo y Mariano Jinkis (Full Play).
"Los imputados incluyen también a ejecutivos de marketing deportivo de
Sudamérica y Estados Unidos que está acusados de haber pagado sistemáticamente
y haber aceptado pagar más de 150 millones de dólares en sobornos para obtener
lucrativos derechos mediáticos y de marketing en torneos de fútbol internacional",
advierte el comunicado.
La noticia, que
fue adelantada por el diario The New York Times, sacudió la ciudad de Zurich,
donde las delegaciones de los 209 miembros de la FIFA se encuentran reunidos
para votar el viernes al presidente de la organización, donde el suizo Joseph
Blatter buscará la reelección.
En relación a los dirigentes sudamericanos implicados, algunos de ellos
ya detenidos, se destaca Eugenio Figueredo, con 82 años, es el
vicepresidente primero de la FIFA, puesto que ocupa desde agosto del año
pasado, cuando dejó su lugar como presidente de la Conmebol para reemplazar al
fallecido Julio Humberto Grondona. Su trayectoria como dirigente es larga y su
primera presidencia fue en el Club Huracán Buceo (1971-1972), donde se
desempeñó en sus épocas de futbolista como lateral derecho. Entre 1997 y 2006
comandó la Asociación Uruguaya de Fútbol, fue el presidente del Comité
Organizador del Mundial de Brasil y estuvo 20 años en la vicepresidencia de la
Conmebol (1993-2013) hasta que reemplazó a Nicolás Leoz como presidente dos
años atrás.
Justamente Nicolás Leoz es
otro de los imputados. En abril de 2013, y por presuntos problemas de salud, el
paraguayo dejó su trono en la Conmebol y también su cargo en el Comité
Ejecutivo de la FIFA. "Siento cansancio y eso me imposibilita continuar.
Los viajes largos ya no me permiten seguir en el trabajo", había dicho
entonces. Lo cierto es que las sospechas sobre el cobro de coimas para elegir a
Qatar como sede del Mundial de 2022 ya recaían sobre el dirigente sudamericano.
Otro directivo
sudamericano que está envuelto en este escándalo es el brasileño José María Marín, actual vicepresidente de la
Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), aunque fue su presidente durante el
último Mundial. A sus 83 años, el brasileño es uno de los miembros del Comité
de Clubes de la FIFA, aunque su carrera dirigencial comenzó en 1982, cuando
llegó a la presidencia de la Federación Paulista de Fútbol, donde se mantuvo hasta
1988. En marzo de 2012, cuando Ricardo Teixeira se retiró de la presidencia de
la CBF, por motivos de salud, Marín ocupó su cargo. También fue miembro del
comité del Mundial de 2014. El brasileño, además, tiene vinculaciones con la
política local: en 2007 se unió al Partido del Trabajo de Brasil y fue
vicegobernador y gobernador del estado de San Paulo.
Por último,
también está el venezolano Rafael Esquivel, presidente de la
Federación Venezolana de Fútbol e integrante de la Comisión Disciplinaria de la
FIFA. Nacido en España en 1946, Esquivel llegó a Venezuela a los 4 años y desde
muy joven ocupó puestos importantes del fútbol local. En 1972 llegó a la
presidencia de la Asociación de Fútbol del Estado Nueva Esparta y años más
tarde, en 1987, asumió su primera presidencia en la Federación Venezolana de
Fútbol, donde ya lleva 28 años, y generó grandes lazos con hombres importantes
de la FIFA, entre ellos Joseph Blatter, quien salió a apoyarlo cuando Hugo
Chávez intentó amenazar su mandato en la FVF.
Todos ellos
están acusados por los investigadores estadounidenses de"crimen organizado y de recibir sobornos".
Además de los dirigentes sudamericanos, los otros en la mira son los hombrs de
Islas Caimán Jeffrey Webb, vicepresidente del comité ejecutivo y actual
presidente de la Concacaf, y Costas Takkas, exsecretario general de la
Federación de Fútbol de Islas Caimán), el costarricense Eduardo Li
(presidente de la Federación Costarricense de Fútbol), el nicaragense
Julio Rocha (expresidente de la Federación nicaragüense de fútbol y funcionario
de la FIFA) y el triniteño Jack Warner (exmiembro del comité y antecesor de
Webb en la presidencia de la Concacaf), todos actualmente en puestos directivos
o exdirigentes.