El dirigente de la Federación de Obreros de la Industria Azucarera (FEIA), José Leguizamón, que se repone de tres meses de internación afectado por Covid-19 manifestó que deja la Ospia" totalmente saneada, con más de 60 mil afiliados y plazos fijos en el Banco Nación por más de 400 millones de pesos".

Leguizamón que fue puesto en funciones en el año 2012 durante la gestión de gobierno de Cristina Fernández de Kirchner recordó que tuvo que hacerse cargo de la obra social ante el vaciamiento y desinversión que la institución había sufrido por muchos años, y que en ese tiempo tenía apenas 700 afiliados y millonarias deudas con los prestadores que impedían brindar las coberturas mínimas de salud.

“Dejo el cargo que me honro la Nación durante todos estos años con la certeza de haber hecho las cosas de la mejor manera, a tal punto que hoy la obra social no tiene deudas y lo que es más importante, se capitalizó a partir de la compra de algunos inmuebles y la remodelación que se hizo en el edifico central”, dijo Leguizamón.

El también concejal de Bella Vista por el peronismo indicó que en estos últimos años bajo la supervisión de la Superintendencia de Salud, compró dos inmuebles (en calle Las Heras al 300 y en General Paz al 100); con lo que se capitalizó aún más a la institución para beneficio de todos sus afiliados.

En lugar de Leguizamón estará Juan Correa, quien logró que la Superintendencia de Servicios de Salud de la Nación lo reconozca como presidente de la Ospia el 26 de abril pasado. Sin embargo, Leguizamón advirtió que 24 horas después “tomó posesión del control de la obra social su abogado, Marcelo Urban, un personaje poco querido en el sector sindical, por su vinculación con los ex ministros de Trabajo, Jorge Triaca y Dante Sica, provenientes del macrismo”.

El viernes pasado, Urban hizo su aparición pública en la sede de la Ospia y no lo hizo solo, llegó de la mano de una contadora que trajo de Buenos Aires (María Belén Bau), a quien puso como tesorera “seguramente para tener control de la millonaria caja que tiene la obra social”, dijo Leguizamón.

Sobre la figura de Urban, Leguizamón señaló que “es un abogado con una gran capacidad para negociar y muy influyente en los pasillos de tribunales, sobre todo en el ámbito laboral, con aceitadas relaciones con funcionarios del gobierno nacional, como quedó demostrado cuando fue beneficiado con el gobierno de Macri”.

En ese sentido, Leguizamón recordó que “mientras el poderoso sindicalista kirchnerista Omar "Caballo" Suárez, cayó en desgracia por decisión del macrismo y terminó preso por tres años acusado de asociación ilícita y vaciamiento del SOMU (Sindicato de Obreros Marítimos Unidos), Urban salió indemne. A pesar de haber actuado en esos años como asesor y apoderado de Suárez”.

Leguizamón recordó que “la suerte del abogado gracias al macrismo fue aún mayor porque tiempo después por decisión de Sica, terminó actuando como interventor de un gremio de los portuarios”.

Por último, Leguizamón lamentó que “con esos antecedentes y con el amparo del macrismo, Urban siguió operando y por estos días se quedó con el control de la Ospia, a cambio de los servicios prestados a Correa, un dirigente de la FEIA resistido por los 12 secretarios sindicales de los ingenios que operan en Tucumán”.