Finalmente, el Sindicato de Camioneros pudo encaminar las negociaciones con las cámaras empresariales y se apresta a firmar en las próximas horas un aumento salarial del 107% para este año, en cuatro tramos, con un bono de fin de año de $100.000 y un adicional del 10% para los choferes de larga distancia, más una revisión de lo rubricado dentro de 6 meses.

La audiencia de este miércoles por la tarde en el Ministerio de Trabajo finalizó sin un acuerdo explícito, pero el compromiso de reunirse dentro de 24 horas: las cifras ya estaban pactadas y se decidió un cuarto intermedio hasta el jueves, donde se enfocarán en definir la letra chica del convenio que cerrará una de las paritarias clave de la Argentina y que mantuvo al Gobierno en vilo para evitar un conflicto.

Fuentes de la cartera que lidera Kelly Olmos negaron que la ministra haya hablado con Pablo Moyano para que la paritaria de Camioneros no supere el 100% y de esa forma se evite contribuir a una escalada inflacionaria: el sindicato reclamaba un 131% de aumento.

“La ministra jamás dijo que no podían reclamar un 131%, sino que afirmó que podían pedir eso y más”, agregaron cerca de Olmos, quien se reunió este martes con el hijo de Hugo Moyano y distintas versiones coincidieron en que allí se había hablado de la paritaria del Sindicato de Camioneros y que el Gobierno intervino de lleno para impedir que la cifra pactada supere el 100%.

Las fuentes de Trabajo deslizaron: “Estimamos que el jueves o el viernes habrá avances positivos (en la paritaria de Camioneros)”. Pocas horas después trascendió que ya se había acordado un 107%.

En la última audiencia en la cartera laboral, que fue la quinta desde que comenzaron las tratativas, apareció en escena Hugo Moyano, el titular del sindicato, junto con su hijo Pablo. Aunque la reunión pasó a un cuarto intermedio, el líder de Camioneros advirtió: “Si no dan el aumento que el trabajador se merece, el lunes arrancamos a las 0 horas con un paro nacional”.

Al hablar ante activistas de su gremio que se movilizaron ante la sede de Trabajo de la avenida Callao al 100, se quejó también de los empresarios: “Nos niegan el reconocimiento que se merecen los trabajadores. Vamos a demostrarles a estos señores que con los trabajadores no se juega”.

Más allá de la posición de las cámaras del sector, un grupo de pymes del transporte de cargas advirtió que el aumento reclamado por los Moyano es “inviable”, reclamó una “segmentación” de la negociación salarial para no perjudicar al sector y se preguntó si el sindicato “conoce la realidad del país y de las pequeñas y medianas empresas de la Argentina”.

“Hoy, el país está atravesado una de las crisis económicas más fuertes de los últimos años, condenando a fuentes de trabajo fidedignas a desaparecer con paritarias que son imposibles de afrontar”, sostuvo en un comunicado de prensa una veintena de pymes de todo el país.

En su declaración se quejaron de “la falta de financiamiento y de insumos”, además de destacar que hay “neumáticos, combustibles y camiones con sobreprecios del 40% al 100% de su valor de mercado, sin olvidar las cargas impositivas que tiene una empresa en nuestro país”.

Beneficio adicional

El Sindicato de Camioneros recibió un beneficio adicional por parte del Gobierno: el proyecto de Presupuesto 2023 que aprobó la Cámara de Diputados incluyó un artículo que disminuye los descuentos en concepto de Impuesto a las Ganancias para 130.000 trabajadores de la actividad.

Se trata de un viejo reclamo del gremio para que no tributen Ganancias los adicionales por viáticos que cobran los choferes de camiones de larga distancia y su inclusión en el proyecto oficial quedó en evidencia luego de que lo reveló el diputado Luciano Laspina, de Juntos por el Cambio.

“El artículo 104 del proyecto de ley de Presupuesto 2023 eleva brutalmente las deducciones para los camioneros. Un ‘bonus’ de $350.000 pesos al año por afiliado, pagado con el IVA de la polenta. Moyano sí. Piumato no. Esto explica el acto de Máximo y Pablo del otro día. Vergüenza”, escribió en Twitter el legislador y economista del PRO, enrolado en el sector de Patricia Bullrich.