En paralelo, HIJOS salió a denunciar la lentitud de este juicio a través de un comunicado. “Esta nueva Megacausa cuenta con 237 víctimas y más de 350 testigos que esperan poder brindar su testimonio durante el debate. Lamentablemente, esto no parece ser una prioridad para los jueces Lilljedahl, Noel Costa y Juan Carlos Reynaga, quienes hasta ahora solo han realizado 5 audiencias de media jornada”, sostuvieron.
Se estima que, en los últimos 6 meses, han fallecido 3 imputados, y varios represores más han solicitado ser apartados del juicio debido a problemas de salud. Además, más de una veintena de testigos no podrá dar su testimonio debido a que la muerte los alcanzó durante la prolongada espera de justicia.
“Muchos testigos están viejitos y hay una revictimización de ellos. Ya murieron 3 imputados y otros van en ese camino por su edad. Hay un punto final biológico y las causas prescriben”, agregó Jeger.
“Es vergonzoso que esta etapa del proceso se estanque en un laberinto interminable, mientras los retrasos y dilaciones se convierten en la norma. Si bien la vida de los jueces probablemente no cambie, no ocurre lo mismo con este juicio por Delitos de Lesa Humanidad, que podría brindar justicia después de más de 45 años a decenas de víctimas y familiares, aliviando, aunque sea en parte, el dolor que han sufrido”, manifestaron desde HIJOS Tucumán.
Tras varias postergaciones, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán dio comienzo el 17 de mayo al juicio por la megacausa “Jefatura III”, el decimoquinto proceso por delitos de lesa humanidad en la provincia, en el que se juzga la responsabilidad penal de 27 exmilitares y expolicías de la provincia, que están acusados por delitos cometidos en perjuicio de 237 víctimas, de las cuales 84 continúan desaparecidas.
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