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El gobierno postergó la paritaria docente y los gremios deciden si van al paro

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Desde el gobierno le pidieron a los gremios atrasar una semana la reunión que estaba prevista para este miércoles. La decisión se debe a que el ministro de Economía, Eduardo Garvich, realiza gestiones en Buenos Aires. Los gremios habían emplazado hasta mañana para tener un acuerdo salarial, lo que pone en dudas la continuidad de las clases.

La ministra de Gobierno y Justicia, Carolina Vargas Aignasse, informó este martes que el segundo encuentro en el marco de las paritarias entre el Gobierno provincial y los gremios que representan a los docentes tucumanos finalmente no se concretará este miercoles, sino que se trasladó para el próximo lunes 7 de agosto. Según explicó, la decisión se debe a que el ministro de Economía, Eduardo Garvich, "está realizando gestiones muy importantes en Buenos Aires que le van a tomar varios días de esta semana, precisamente para poder terminar de resolver algunas cuestiones de índole económica-financiera para poder transmitir una propuesta económica".

La decisión sorprendió a los dirigentes del Frente Gremial Docente (FGD), desde donde esperaban escuchar este miércoles una propuesta salarial por parte del gobierno. Las intenciones de ATEP y su frente amplio (sumó a UDT y Sadop), de APEMyS y AMET era cerrar esta semana la discusión salarial, por lo que la postergación podría generar la continuidad de las medidas de fuerza impulsadas por algunos gremios y el inicio de huelgas por parte de los que no habían adherido la semana pasada.

En el caso de ATEP, para este miércoles está previsto un nuevo congreso de delegados, en el que se decidirán los pasos a seguir. En principio, en ese conclave se iba a discutir sobre los resultados de la reunión de mañana -ahora postergada-, en la cual se esperaba contar con un ofrecimiento por parte del gobierno que al menos se asemeje a lo pedido por el gremio. Con el traslado de la fecha de la próxima reunión, los congresales deberán debatir si otorgan un compás de espera o si impulsan medidas de fuerza.

En su última reunión, el cuerpo de delegados resolvió solicitar una suba del 150% en el salario básico, de modo tal que pase de los $50 mil actuales a los $125 mil y que por efecto de los diferentes ítems que lo componen, el sueldo inicial para cargo testigo ascienda de $145 mil a $260 mil. "Hoy estamos muy lejos de eso. La inflación es muy dura y permanentemente esta oradando el bolsillo de los trabajadores, ante lo cual es necesaria una recomposición salarial, porque la verdad que así no se puede vivir", señaló al aire de Radio Prensa Hugo Brito, secretario general del gremio.

El dirigente aseguró que en aquella oportunidad también se había acordado exigir que las reuniones paritarias se concreten cada 2 meses y fijar este miércoles como plazo último para escuchar una oferta salarial, caso contrario, el jueves iniciarían con un plan progresivo de lucha.

Los otros dos gremios del FGD, APEMyS y AMET, concretaron el viernes último un paro por 24 horas "en reclamo de mejoras salariales que equiparen la inflación". La medida de fuerza había sido anunciada apenas un día después de iniciadas las conversaciones con el gobierno, debido a que no escucharon ninguna propuesta en la mesa de negociación. La secretaria general de APEMyS, Isabel Ruiz, explicó en ese momento que los afiliados ya venían manifestando su rechazo a reiniciar las clases tras el receso invernal porque no se anunciaron subas para julio, lo que derivó en la convocatoria a la huelga a pesar de encontrarse abierto el diálogo en Casa de Gobierno. En ese marco, este miércoles a las 14 horas realizarán una nueva asamblea, en donde es probable que se defina un nuevo paro para fines de esta semana.

Vale recordar que en febrero se firmó un incremento salarial del 33,5% más un incentivo de $8.000, lo que representa un 39% de incremento en el primer semestre. Sin embargo, los gremios advierten que en la revisión de mayo no se contempló la inflación, sino que se adelantó el último tramo de la suba (prevista inicialmente para julio) y se otorgó -inconsultamente- un bono de $20.000, sin que haya incrementos en los salarios de julio. Tomando en cuenta que la inflación acumulada a nivel nacional era del 50,7% en junio, los salarios docentes perdieron casi un 12% de poder adquisitivo en la primera mitad del año. En función a esto, el reclamo del FGD apunta a recuperar julio y recién discutir lo correspondiente al próximo trimestre.

"Nosotros pedimos en función de la inflación, si vamos a negociar los meses de agosto a octubre, tenemos que ver cuanto se otorgó en el último aumento, recomponer julio y a partir de ahí pedir un porcentaje. No me gustaría plantear un porcentaje directo porque prefiero esperar a saber cuál es la base, nosotros consideramos que debemos recibir los planteos del gobierno. Creo que venimos trabajando a diario y debemos recibir lo que corresponde, pero si esperamos que las incorporaciones sean al sueldo básico”, sentenció Ruiz.