¿Qué está pasando en Israel? Un conflicto con pocas probabilidades de paz

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La mirada del profesor universitario y especialista en Relaciones Internacionales, Pablo Webhe, hace foco en la fragmentación interna de Palestina y las denuncias por corrupción del gobierno israelí como disparadores de las nuevos enfrentamientos. "Todos tienen alguna cuota de responsabilidad", sostuvo.

Pablo Webhe, profesor universitario y especialista en Relaciones Internacionales, analizó al aire de Radio Prensa las causas y consecuencias de un nuevo enfrentamiento armado entre grupos terroristas palestinos y el Estado de Israel. Para el académico, todos comparten una cuota de responsabildad, inclusive terceros países que buscan desestabilizar la hegemonía israelí en la Franja de Gaza financiando a Hamas y a la Yihad Islámica.

"Todos los bandos son responsables de lo que está pasando. Los Palestinos, porque sus diferencias internas hicieron que las autoridades estén pintandas y sean ignoradas por Israel. No tienen ni arte ni parte en las negociaciones de paz. Además, las diferencias internas de los militantes de Hamás y de Yihad Islámica, subsidiados por Irán y Siria, hacen que esten divididos internamente y no tengan un solo discurso. Buscan un Estado propio, pero no utilizan un mismo lenguaje. La autoridad quiere independizar Cisjornadia y Gaza, pero no plantean recuperar el territorio perdido a manos de Israel en la guerra de los 6 días como si lo hace Hamás. Y el movimiento Yihad plantea directamente destruir el Estado de Israel", sostuvo en diálogo con el programa Quien quiere oir que oiga.

Esta fragmentación por los fines de los diferentes movimientos palestinos, tiene como consecuencia que la negociación sea virtualmente imposible. "Esto le da la excusa a Israel para no negociar una paz, porque plantearán que no saben con quien se van a sentar a discutir. No pueden negociar con las autoridades palestinas, porque los grupos terroristas no reconocen esa autoridad. Vos sellás un acuerdo con las autoridades y a la tarde los terroristas te atacan nuevamente", subrayó.

Entonces, planteó que la solución es apuntar contra quienes financian a los grupos terroristas, principalmente a Irán, Líbano y Siria, que apuntan a poner obstáculos al acuerdo entre Israel y Arabia Saudita para limitar la influencia de Irán en la región.

Un juicio por corrupción, un descuido de las defensas y un golpe sorpresa

Israel atraviesa por estos tiempos una grave inestabilidad institucional, motivada en las denuncias por corrupción contra el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y el empleo, por su parte, de la estructura militar y las agencias de espionaje para perseguir opositores.

"El gobierno de Netanyahu es muy cuestionado porque esta imputado por corrupción, junto con su mujer y sus hijos. Está llevando adelante una serie de reformas al sistema judicial que violan las normas constitucionales para evitar ir preso. Busca que el poder legislativo pueda evitar que alguien vaya preso o que siga siendo procesado, lo que generó que se movilice la oposición contra el gobierno. Para sustentar eso, moviliza las fuerzas militares y los servicios de inteligencia en contra de la oposición, para controlarla", explicó.

Esta situación derivó en un descuido de las fronteras, que el movimiento Hamás aprovechó para vulnerar la seguridad israelí. "Hamas entendió que Israel está consumido por un problema interno y prescindiendo de la defensa contra fuerza externas. Vengo diciendo que las políticas de Netanyahu son las mas graves para la existencia y la integridad del Estado de Israel. La inseguridad y la sorpresa de las fuerzas de defensa de Israel tiene que ver con un gobierno que busca salvarse a si mismo. Por eso las fuerzas fueron tomadas por sorpresa", remarcó Webhe.

"Hamas disparó 3.250 misiles en un fin de semana. Estamos hablando que no son misiles caseros, claramente esto está financiado por Irán y presumiblemente por terceros países a partir de la intervención de la Federación Rusa", añadió.

La estrategia de Hamas: el secuestro

No hay ninguna duda de que el desenlace de un enfrentamiento entre Israel y Palestina conduce al inevitable triunfo de los primeros, cualquiera sea el escenario. Por eso, el grupo terrorista planificó una irrupción a territorio israelí y procuró el secuestro de, por lo menos, 100 personas, entre militares y civiles.

"Israel tiene la fuerza para aplastar a Hamas. Por eso lo que se entiende es que lo que está buscando Hamas es obligar a Israel a meterse en la Franja de Gaza. Sería un error que lo hiciera, error que le costaría la muerte de cientos de miles de militares. La estrategia es secuestrar a civiles y militares y llevarlos a la ciudad de Gaza. Como Israel no negocia, pasarán dos cosas, o los van a matar o va a caer el gobierno de Netanyahu y otro gobierno se pondrá a negociar", ahondó el especialista.  

Las consecuencias para los palestinos no terroristas

Webhe entiende que la reacción del mundo occidental lamentablemente afectará a miles de palestinos que nada tienen que ver con Hamás, La Yihad o Hezbolá. "La Unión Europea dejará de financiar a la autoridad palestina y eso afectará a muchas personas que se van a quedar sin trabajo y sin dinero. Así como las miles de personas palestinas que cruzaban día a día para trabajar en Israel, ya no lo pueden hacer. Esas personas van a terminar desocupadas o muertas y eso va a generar un caldo de cultivo para que los terroristas tengan más adeptos".

Para el especialista, será importante observar la respuesta de Turquía, que es miembro de la OTAN, pero al mismo tiempo es aliado de Rusia y aspira a ser la voz de los musulmanes en el mundo. "Tiene una doble moral que hace que tengamos que prestar mucha atención a la postura que asume", remarcó.

La postura Argentina y la falta de criterio sobre Política Exterior

El rápido pronunciamiento del gobierno y de los principales referentes políticos argentinos en apoyo a Israel responde a una lógica ineludible: la alianza con ese Estado es beneficioso para el país y la colectividad judía tiene una fuerte presencia en Argentina. 

"La República Argentina es el cuarto país en el mundo con mayor población judia y es el principal país en el que su ciudad más importante (CABA) tiene mayor población judia. Hay más judios en nuestra capital que en Teherán y Tel Aviv. Entonces no estamos hablando simplemente de una lucha contra grupos terroristas", expresó Webhe, quien lamenta que la Política Exterior y las Relaciones Internacionales no sean tomadas con seriedad por los políticos domésticos.

"La política exterior no es un espasmo de un gobierno, se trata de insertar a un país en el mundo, se trata de saber que hay aliados, que hay amigos y que hay otros Estados con los cuales conviene o no conviene vincularse. Estados Unidos lo trabaja activamenta hace 80 años, porque saben que se trata de defender los intereses nacionales", sostuvo.

Y añadió: "El interés nacional argentino es constante, lo que no es constante son los aliados. Hay que ser realista. Que algunos políticos digan con tanta liviandad que no se van a meter a los BRICS o van a salir del Mercorsur, es no entender que la inserción no se piensa en términos de 4 años sino que se plantea a futuro, a 100 años. A la dirigencia política argentina evidentemente no le interesa este tema. No se piensa ni siquiera en 4 años, no se piensa ni siquiera más allá del verano".