"Como parte del Proceso de Redireccionamiento Estratégico de San Miguel Global, nos complace anunciar un hito significativo en la historia de de la compañía, con la inauguración de nuestra nueva planta de procesamiento industrial de limones en Coega, Port Elizabeth, Sudáfrica", expresó Pablo Plá, CEO de San Miguel Global.
En su mensaje dirigido especialmente a sus colegas y socios estratégicos, el directivo de la mayor citrícola de Tucumán, próxima a cumplir 70 años de vida, sigue adelante con su política de expansión que durante el mes de mayo también abrió otra planta de procesamiento de frutas en Paysandú, en Uruguay.
En relación a las instalaciones en Sudáfrica, Plá manifestó que "fue establecida en colaboración con nuestro socio local African Pioneer Group, está destinada a producir ingredientes naturales de alta calidad como aceite esencial de limón, jugo concentrado y cáscara para uso industrial y de alimento animal".
Detalló que "la planta emplea directamente a 120 personas y prevé generar un impacto positivo adicional con más de 250 empleos indirectos en la comunidad local. Este proyecto no solo fortalece nuestro liderazgo como primer procesador mundial, sino que también refleja nuestro compromiso continuo con la innovación y el desarrollo sostenible".
Entre los objetivos trazados por San Miguel, Plá apuntó que "en esta nueva planta, tenemos como meta alcanzar una producción anual de 100.000 toneladas de molienda de limón para el año 2030. Estos ingredientes naturales serán distribuidos a más de 200 clientes en más de 50 países, abarcando diversas industrias a nivel mundial. Además, reafirmamos nuestro compromiso con la excelencia en la planta de Famaillá, Tucumán, que este año celebra 70 años de presencia e inversiones ininterrumpidas".
"Este legado de innovación y calidad continúa guiando nuestras operaciones globales y nuestra misión de satisfacer las demandas del mercado con productos de la más alta calidad", sostuvo.
Para finalizar, el directivo afirmó que "con la apertura de esta nueva planta en Sudáfrica, San Miguel refuerza su posición como un jugador multiorigen, con presencia estratégica en Tucumán, Uruguay y ahora en Sudáfrica. Estamos entusiasmados con las oportunidades que este crecimiento nos brinda para seguir sirviendo a nuestros clientes y comunidades de manera responsable y sostenible".
Cambio de estratégico
Hace dos años, San Miguel dio un volantazo estratégico: salió de la fruta fresca, su centro histórico, para focalizarse en el mercado industrial, de más valor agregado y menos volátil que los commodities, y le vendió esa operación, que incluyó activos en Perú y Sudáfrica, al grupo español Citri & Co., negoció contratos de provisión de largo plazo y encaró sus plantas nuevas de Sudáfrica y Uruguay.
En tanto, así como encontró en Dondolo su socio para Sudáfrica, financió la inversión en Paysandú con un crédito del Banco del República Oriental del Uruguay (BROU). Además, durante 2023, renovó ONs (obligaciones negociables) en el mercado local por el equivalente a us 80 millones y obtuvo un préstamo del Rabo-bank, de usd 27 millones.
"Fue una redefinición de estrategia de portfolio. Como cuando Ford dejó de fabricar autos para concentrarse en pick-ups y SUV", comparó Plá, y "los frutos empiezan a verse ahora", aseguró.
En 2023, San Miguel pasó de un ebitda (indicador financiero) negativo de usd 24 millones negativos en 2022 a usd 4 millones positivos (sin considerar los costos de reestructuración, aclara). "A mediano plazo, vamos a volver a la rentabilidad histórica de la compañía: usd 40/50 millones anuales de ebitda. Sólo que, ahora, será en función del nuevo modelo de negocios, ya no basado en la fruta fresca, que tenía un margen bruto negativo del 28%, sino en los productos industriales, que tiene un margen positivo de 23%, sentenció.