El Gobierno dio un paso más hacia la habilitación de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), impulsada por el presidente Javier Milei: a través de una resolución general firmada por Daniel Roque Vítolo, titular de la IGJ, se aprobaron modificaciones al marco normativo para registrar públicamente sociedades y entidades civiles.
La publicación de este martes modifica artículos de la ley 19550 general de sociedades: “Atento a lo dispuesto en los artículos 346 y 347 del Decreto de Necesidad y Urgencia Nº 70/2023, que modificó el texto de los artículos 30 y 77 de la Ley Nº 19.550 y sus modificatorias, debe aceptarse la participación de las asociaciones civiles y fundaciones como accionistas en sociedades anónimas y la transformación de las asociaciones civiles en sociedades anónimas; así como simplificarse la inscripción de entidades de bien común constituidas en el extranjero para el desarrollo de su actividad en la República Argentina”.
La medida, aunque no sorprendió, tampoco tardó en generar repercusión en la comunidad futbolera, tanto a favor como en contra. De hecho, el tema se viene discutiendo desde que Milei trató de imponer la llegada de las SAD en diciembre del año pasado -DNU 70/2023 mediante-, lo que motivó que desde la AFA y los clubes asociados a ella (salvo pocas excepciones) expresaran su firme rechazo a la posibilidad de que las entidades deportivas queden en manos de capitales privados y realizaron presentaciones en la justicia para impedirlo. A pesar de eso, desde el gobierno insisten en que las SAD son la solución para que los jugadores dejen de emigrar a europa tan jóvenes.
"Los clubes son de los hinchas, son su patrimonio. Desde Atlético Tucumán lo hemos expresado en su momento. No quiero atribuirme la voz de todos lo socios, porque puede haber opiniones divergentes, pero no tengo dudas de que la gran mayoría de los socios de Atlético no quieren que el club tenga un dueño", sostuvo Golobisky.
En respuesta al presidente, para quien el fútbol ha caído en desgracia por estar coptado por un modelo "comunista", el dirigente tucumano destacó que "la Argentina debe ser el país con mayor cantidad de desarrollo en una red de clubes que cubren todo el territorio del país. Esto no pasa en el mundo, eso nos envidian desde otros países. Cuando uno empieza a pensar que eso puede cambiar, yo creo que uno se da cuenta de que no es el camino que queremos. Estoy muy convencido que los socios de los clubes argentinos van a rechazar esto mayoritariamente".
También desmintió rotundamente las acusaciones del mandatario, para quien las asociaciones civiles son una especie de caja negra que posibilita los "curros" de los dirigentes. "Tenemos asambleas generales todos los años, en donde tenemos que rendir cuentas de lo que hemos hecho, cuánto y en que hemos gastado", sostuvo.
Y sin ir más lejos, recordó que la Comisión Directiva decana llevará a cabo su asamblea anual el 24 de julio próximo, en donde expondrán la memoria y el balance del período que terminó el 30 de junio. "Tenemos un superávit histórico", adelantó Golobisky, a modo de ejemplificar que las asociaciones civiles son redituables.
"Tenemos que saber que si algún día nos convertimos en SAD, se acabaron las asambleas y los socios pasarán a convertirse en clientes. No me puedo atribuir la voz de todos los hinchas de Atlético, pero estoy convencido que hay una mayoría que no va a querer entregar su patrimonio", agregó.
No obstante, reconoció que los clubes argentinos, como también pasa en otras ligas de la región, "chocamos de frente con la posibilidad que tienen los jugadores que buscan su progreso económico afuera. Entiendo que tienen poco tiempo para hacer una diferencia económica, que si no lo hacen en esos 10 o 12 años que tienen, después tienen que empezar a capacitarse para buscar otro trabajo. Nos encantaría retener a todos los jugadores, pero sabemos que no podemos. Además que en nuestro fútbol tenemos que vender uno o dos jugadores todos los años para equilibrar los gastos", explicó.
Y se lamentó porque "veo que el sentido de pertenencia se va aflojando. Cambió todo desde la base, no es solamente la cuestión económica. Lo vemos en otros deportes también, que el sentir por la camiseta ya no es tan fuerte. Se comienza a perder el sentido de pertenencia que uno tenía en el club de barrio. Ahora te salen muchos pibes siendo hinchas del Barcelona antes que de Atlético y de San Martín. A mi eso me hace un poco de ruido. Que no se malinterprete, cada quien es dueño, pero a mi me gusta que el tucumano sea hincha de su club de barrio y que defienda su terruño", sentenció.
