Que la Argentina tiene los precios más caros del mundo en medicamentos no es ninguna novedad, pero, que éstos últimos tienen un valor de hasta 1000% mayor en comparación con países como España y Estados Unidos, es un dato que alarma e indigna.
El dato surgió de un informe realizado por el Centro de Profesionales Farmaceúticos (CEPROFAR). En diálogo con este medio, el titular del CEPROFAR, Rubén Sajem, señaló que esto se debe en gran parte a que "en Argentina no hay medicamentos genéricos. Todas son marcas que algunos laboratorios las hacen conocer más”.
En este sentido, explicó que el mercado de los remedios no puede estar desregulado porque tiene demanda cautiva y algunos laboratorios tienen posición dominante, por lo que pueden imponer precios. "Los medicamentos nunca van a funcionar por ley de oferta y demanda. Es un mercado donde debe intervenir el Estado. Si hablamos de países liberales, como lo son varios países europeos, han entendido que el consumidor no puede elegir libremente que comprar, sino que está supeditado a la prescripción médica. En esos países hay un control de los precios y de la prescripción", sostuvo.
Sobre el por qué algunos laboratorios suben los precios al punto de llevarlos a lo más alto del ranking a nivel global, sostuvo que "hay un abuso de la posición dominante a través de las técnicas de publicidad médica, que unos laboratorios pueden manejar mejor que otros. Nosotros en la farmacia se lo podemos cambiar a la gente, le decimos que hay uno más económico, pero el paciente casi siempre se atiene a lo que le indica el médico. Hay una mala costumbre que tienen los médicos de prescribir una marca puntual que suele ser mucho más cara".
El directivo farmacéutico señaló que el motivo de dicho comportamiento es que “quienes tienen menos información sanitaria, en el caso de los productos de venta libre, compran la marca que ven en la publicidad. Y lo mismo el médico, receta al laboratorio que más lo visita. Evidentemente hay métodos de inducción, porque no hay medicamentos de distintas calidades en Argentina".
Por este motivo, sostuvo que la industria de los medicamentos debe tener un férreo control, como ocurre en otros lugares del mundo. Para ejemplificar, citó el caso del estado de Florida, Estados Unidos, que tiene gobierno republicano, que son de corte liberal, pero que permite importar medicamentos desde Cánada cuando sus farmaceúticas suben los precios de manera desmedida. "Los estados defienden a su industria farmaceútica, mientras no se abusen", sentenció.