Elizabeth González, referente de La Poderosa en Tucumán, explicó que el relevamiento que se realiza puntualmente en barrios populares refleja la información que no muestra el INDEC, que sólo incluye a 31 aglomerados urbanos, pero que deja afuera del relevamiento a diversos barrios populares, asentamientos y villas, donde la situación sociolaboral es mucho más compleja.
"Venimos haciendo un relevamiento desde julio en barrios de 7 provincias del país, y eso nos arrojó que el 87,3% de la población relevada está bajo la línea de la pobreza y que 6 de cada 10 están bajo la línea de la indigencia", señaló.
El objetivo del informe, explicó González, es visibilizar "cómo se está viviendo en nuestros barrios populares. Hay una desolación con respecto a lo alimentario. Hoy las familias hacen malabares para llegar a la segunda semana del mes, aún teniendo hasta 2 trabajos".
El dato es mucho más alarmante que el índice que recientemente dió a conocer el INDEC para el primer semestre del 2024. Ese relevamiento, que se apoya en la Encuentra Permanente de Hogares, arrojó que el 52,9% de los argentinos se encuentra bajo la línea de la pobreza y que de ese grupo, el 18,1% no logra cubrir ni siquiera sus necesidades alimentarias, es decir, son indigentes.
El indicador del INDEC calcula el nivel de pobreza basándose en los ingresos versus los costos de la canasta básica. Pero en los lugares alejados de los aglomerados urbanos, sobre todo en el interior del interior del país, la realidad se vive de una manera que no se puede reflejar con datos estadísticos.
Según explican desde La Poderosa, los propios pobres consideran que su experiencia de la pobreza es mucho más amplia que la carencia de ingresos. Una persona que es pobre puede sufrir múltiples desventajas al mismo tiempo. Por ejemplo, puede tener una mala salud o estar desnutrida, puede carecer de agua limpia o electricidad, tener un trabajo precario o tener muy poca educación. Enfocarse en un solo factor, tal como el ingreso, no es suficiente para capturar la verdadera realidad de la pobreza.
Cuando se consideran todos estos factores, comenzamos a hablar de pobreza multidimensional, una medición que debemos considerar para crear una imagen más completa de la realidad. Porque estas formas de relevar visibilizan no solamente quiénes son pobres en Argentina, sino la manera en que son pobres, es decir, la gama de carencias y derechos insatisfechos que experimentan.
Sobre esto último se apoya el Observatorio Villero, que trabaja activamente en los barrios populares, villas y asentamientos, no solo encuestando, sino generando diagnósticos que ayuden a dar impulso a políticas públicas que comiencen a dar respuestas a sus necesidades.