Un proyecto integral entre la Escuela Especial Alcira del Blanco Ergueta, la Fundación Padre Pío de Pietrelcina y Cáritas de La Madrid fue beneficiado por las políticas reparatorias que lleva adelante el Ministerio Público Fiscal (MPF).
En esta oportunidad, se hizo entrega de una cocina industrial, utensilios y alimentos en el marco de un acto que se realizó durante la mañana del último martes, 15 de octubre, en la escuela ubicada en calle 25 de Mayo 390 de la localidad de La Madrid (departamento Graneros).
Esteban Duhalde, del Equipo de Coordinación de Políticas Reparatorias (ECPR) del MPF, sostuvo que este proyecto está destinado a jóvenes que asisten a la escuela a fin de fomentar la inclusión social y la solidaridad buscando desarrollar alternativas de salida laboral para jóvenes con discapacidad mediante el trabajo conjunto de las instituciones y la comunidad a través de la generación de un espacio para prácticas en taller de panadería y repostería.
Asimismo, precisó que lo producido por los alumnos será donado a Cáritas para ayudar al comedor de la Iglesia.
Por parte del Ministerio Fiscal, la reparación fue gestionada por Unidad Especializada en Usurpaciones, Estafas y Cibercriminalidad del Centro Judicial Concepción, dirigida por Mónica García de Targa.
La directora de la escuela, Blanca Medina, contó que allí asisten alumnos desde los 13 hasta los 30 años, entre los que hay jóvenes y adultos con distintas discapacidades.
“La escuela se organiza con talleres, que en estos momentos son cuatro: gastronomía, huerta y jardinería, artes manuales y carpintería”, comentó, y mencionó que los insumos que se pidieron fueron una cocina y elementos necesarios como jarras, platos, coladores, entre otros.
A su vez, la directora manifestó: “La escuela tiene un comedor escolar, donde se sirve el desayuno y se da el almuerzo. Los chicos para venir viajan desde diferentes lugares, como Árboles Grandes, Taco Ralo, Monteagudo. Estamos felices de que nos hayan dado estos insumos. Muchas gracias a la fundación y al Ministerio Público Fiscal”.
La cocina, una ayuda para los chicos
“Lo que hacemos con los chicos es que trabajen con recetas fáciles, sobre todo de cosas dulces, para que ellos puedan hacerlas en sus casos o, como yo siempre les digo, defenderse algún día en la vida y tener una herramienta para salir a trabajar, vendiendo sus productos. Estos elementos que recibimos hoy nos van a ayudar muchísimo en el día a día”, dijo Virginia Lobo, profesora a cargo del taller de gastronomía.
Según su punto de vista, “la cocina también les ayuda a los chicos a manejar sus emociones. La cocina es un arte de expresarnos y de aprender a manejar nuestras emociones. También es un acto de amor, porque ellos llevan a sus casas y comparten con su familia lo que hacen”.
Por su parte, Elena Salazar, presidenta de la fundación Padre Pío de Pietrelcina, afirmó: “Hay chicos con mucho talento, pero ellos necesitan de ese acompañamiento y apoyo para realizar sus actividades.
A su vez, agregó: “En esta escuela colaboramos con la instalación del taller de gastronomía. Son chicos que están trabajando, por ejemplo, con repostería y después van a donar lo que hacen a otra institución o también pueden hacer como un pequeño emprendiendo, dándoles una especie de salida laboral a estos jóvenes”./MPF