06.11.24
Miércoles | 00:13

"Vender ARSAT es entregar un patrimonio nacional que tiene fines geopolíticos"

- -
El exvicepresidente del Enacom, Gustavo López, habló en Prensa Multimedios acerca de la decisión del gobierno de privatizar el espectro de telecomunicaciones reservado para ARSAT y ENACOM. "Es someter al Estado a las futuras decisiones de los privados. Cualquier cosa que necesitemos después, le vamos a tener que pagar a ellos", explicó.

De la mano de la invitación a Elon Musk de invertir en Argentina, el gobierno de Javier Milei avanza en un proceso de vaciamiento de ARSAT, con el fin último de privatizar la empresa y entregar en manos de privados el enorme patrimonio que posee.

Desde el entorno del mandatario persiste la idea de que la compañía cotice en la Bolsa de Buenos Aires en 2025. Si se avanza con esta propuesta, el 49% se podría privatizar, mientras el 51% de las acciones que pertenecen al Estado nacional están protegidas por ley. Mientras, los trabajadores de la empresa mantienen un juicio contra el gobierno por una deuda por paritarias que data de diciembre. La directiva de ARSAT, además, enfrenta reclamos por la caída real del 50% en el valor de los salarios, lo que ya ocasionó la migración de casi el 15% de personal altamente calificado.

A esto se suma el reciente anuncio de la privatización de los 100 megahertz de espectro que el Estado le había reservado a Arsat y los 50 correspondientes del Enacom.

Para el exvicepresidente del Enacom, Gustavo López, esta decisión es violatorio de lo dispuesto por el Congreso, que decidió excluir expresamente a ARSAT de las empresas a privatizar que contenía la ley de Bases. "Ahora el gobierno quiere vender el capital accionario en la bolsa para después privatizarlo. Lo que el Congreso prohibió que se haga, lo hacen por DNU", sostuvo.

En este sentido, consideró un error muy grande "dejar de tener la red federal de fibra óptica más grande de la Argentina". "Red que además tiene un sentido, que es el de conectar a todo el país, cosa que no había hecho ningún privado, porque se mueven al ritmo de los negocios", agregó.

Y enumeró el patrimonio por el que se relamen las manos las grandes empresas: "Tiene la TDA, dos satélites en órbita y otro en camino, red de fibra óptica que recorre la Argentina y tiene una reserva de 100 MHZ de telefonía 5G, que tiene el sentido de que si mañana lo necesita el Estado en términos estratégicos, lo tiene reservado".

"Vender eso a los privados nos priva como Estado de tener una empresa testigo que logra bajar los precios y le quita la política social. El Estado queda sometido a lo que decidan los privados con ese espectro", añadió.

En este sentido, remarcó que "si mañana vos tenes un problema de ciberseguridad, le tenes que pedir a un privado que te brinde un servicio, cuando vos hoy tenes esa reserva para utilizarla con motivos geopolíticos".

En cuanto a la cuestión social, consideró que si se vende ARSAT, "los pobres nunca van a tener conexión, porque los privados no tienen ninguna obligación de brindar servicios adonde no les genere ganancias".

"Le vas a regalar a los privados, que no hicieron ni una sola inversión, no solo el espectro, sino toda una red de fibra óptica que recorre toda la Argentina. Es la destrucción de lo público. No existe un proyecto de país, esta todo supeditado a una visión de negocios", sentenció.