Ozempic es un fármaco utilizado para el tratamiento de la diabetes tipo 2 y cuyo principio activo es la semaglutida. Se trata de un medicamento que ha mostrado su sobrada eficacia en la reducción de los niveles de glucosa en sangre y en la pérdida de peso. No obstante, como ocurre con cualquier fármaco, su uso puede estar asociado con una serie de efectos secundarios que es importante conocer y monitorear en caso de que sea necesario consultar con nuestro médico.
Uno de los más comunes son los trastornos gastrointestinales, entre los que se encuentran las náuseas, diarrea, vómitos y estreñimiento. Las náuseas suelen ser más prevalentes al inicio del tratamiento y tienden a disminuir con el tiempo a medida que el cuerpo se adapta al medicamento. Sin embargo, en algunos pacientes, estos síntomas pueden persistir y ser lo suficientemente graves como para interrumpir el tratamiento..
El dolor o las molestias abdominales también son relativamente comunes. Este síntoma puede ser consecuencia directa de los efectos gastrointestinales antes mencionados. Al mismo tiempo, Ozempic puede inducir una reducción del apetito, lo cual, aunque puede ser beneficioso en términos de control del peso, también puede llevar a una ingesta insuficiente de nutrientes en algunos casos.
Otros efectos secundarios menos comunes son algo mas serios. Tal es el caso de la pancreatitis (inflamación del páncreas), la hipoglucemia (el riesgo de niveles bajos de glucosa en sangre aumenta cuando se utiliza en combinación con otros antidiabéticos), reacciones alérgicas (aunque son raras, pueden ocurrir reacciones alérgicas graves, como la anafilaxia) y problemas renales.