El Gobierno de Javier Milei extendió el fuerte ajuste sobre las provincias en el último mes y lleva acumulado, en lo que va del año, una poda de casi 80% en este tipo de envíos a las arcas provinciales. Por ese motivo, los mandatarios provinciales se vieron forzados a ejecutar su propio recorte de gastos interno en una magnitud que ronda el 20%, de acuerdo a estimaciones privadas.
Dos informes dados a conocer este lunes estimaron cómo evolucionaron las transferencias no automáticas -es decir, las que no están explicadas en la coparticipación federal de impuestos- en octubre.
Tuvieron, básicamente, la misma tónica que desde que arrancó el gobierno libertario: según estimaciones del economista Nadin Argañaraz, en el décimo mes del año la caída en términos reales fue de casi 64 por ciento.
La jurisdicción que fue a contramano del resto fue la Ciudad de Buenos Aires, que registró un incremento real de 334,9% por la reglamentación de la ley que incrementó el porcentaje de coparticipación que reciben las arcas porteñas.
En una menor cuantía, Neuquén tuvo una mejora algo menor a 55%, explicada por transferencias de subsidios a la producción de gas.
“Las mayores variaciones negativas se observan en Mendoza (-95,4%), La Rioja (-99,3%) y Catamarca (-99,9%). Respecto al gasto devengado real, las de mejor desempeño fueron Caba, Santa Cruz y Neuquén. Y las de peor performance fueron La Pampa, La Rioja y San Luis”, indicó Argañaraz.
Los datos acumulados a lo largo de los primeros diez meses del año también muestran que el porteño es el único gobierno subnacional con más recursos discrecionales que el año pasado.
Si bien el fallo de la Corte Suprema por la coparticipación implica un cambio en la cantidad de recursos automáticos hacia adelante, el pago adeudado fue saldado por la vía de envíos discrecionales.
Un informe de Politikón Chaco, una consultora especializada en finanzas provinciales, midió que entre enero y octubre las transferencias no automáticas al conjunto de provincias más CABA fueron de 1,1 billones de pesos, lo que equivale a un recorte de 76% en la comparación con el mismo lapso del año pasado.
“En relación con la situación por distrito subnacional, al analizar las transferencias en instancias pagadas, la CABA lidera concentrando el 41% del total distribuido, seguido por la provincia de Buenos Aires (31,3%) y muy lejos completa el podio Neuquén (3,0%)”, indicaron.
Argañaraz -economista y director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf)- mencionó que “esa reducción significativa de transferencias no automáticas, que más o menos eran del orden de 1 punto del PBI en 2023, sumada a la caída de coparticipación automática derivada de la caída de recaudación, principalmente de IVA y Ganancias, generaron un impacto importante en la caída de ingresos de las provincias y obviamente derivó en una caída del gasto público”, aseguró.
Para Alejandro Pegoraro, director de Politikón, “las provincias han tenido un fenomenal ajuste en esta vía de los ingresos que en 2023 representaban en promedio un 10% de los ingresos totales del consolidado y este año no llegan siquiera a 3 por ciento. Las provincias que fueron mas beneficiadas en años previos (provincia de Buenos Aires, La Rioja, Chaco, entre otras) hoy estan en el lote de las que más pérdidas tienen”, dijo a este medio.
En ese sentido, estimaciones de su consultora dan cuenta que el recorte que tuvieron que ejecutar en el gasto los gobernadores para compensar la pérdida de recursos desde la Nación rondó el 20% hacia el tercer trimestre del año para algunas provincias.
A principio de año ese número incluso llegó a superar el 24% en términos generales para las arcas subnacionales. “Esta situación obligó a las provincias a dos cosas, en terminos generales: suspender ejecución de programas presupuestarios (como obra pública); y/o (dependiendo el caso) reasignar partidas de su presupuesto para poder afrontar con recursos propios programas nacionales hoy extintos (ejemplo Fonid) que profundizó el ajuste en otras áreas”, planteó Pegoraro.
Argañaraz concluyó que por este motivo, “este año se terminaría con una caída real de gasto público nacional, provincial y municipal”.
“Nosotros en el último trabajo que difundimos de eso, de alguna manera consideramos factible que el año termine con una disminución del peso del gasto público consolidado de 7 puntos porcentuales del PBI, pasando desde 40,5% en el 2023 a 33,5% en el 2024″, consideró.
Al observar las transferencias automáticas, la caída en términos reales para todas las provincias fue de 12% en lo que va del año, algo que está explicado en la caída de recaudación impositiva que siguió a la merma de la actividad económica.
En este caso, ninguna jurisdicción se salva de los números negativos: CABA es la que tuvo la pérdida menos marcada (11%) y la provincia de Buenos Aires quedó en el otro extremo, con 12,6 por ciento.