En una demostración de pragmatismo y en medio de las negociaciones que sostienen los gobernadores provinciales con Casa Rosada en el marco del Presupuesto 2025, el oficialismo disuadió a un grupo de diputados opositores para que se ausenten en la sesión que se aprestaba para reformar la ley de DNU. Se postergó para el 21 de noviembre.
La oposición anticipaba una cuenta favorable por la suma de al menos cuatro bloques: Encuentro Federal, Frente de Izquierda, Unión por la Patria y Democracia para siempre (radicales disidentes).
Con presencia total, llegaban a 132 votos (cuatro más que el quórum) y tenía números para la media sanción. Sin embargo, entre peronistas y radicales sumaron una decena de bajas y, ante esa advertencia, sus compañeros de bancada solicitaron una nueva sesión para la próxima semana para evitar exponer a los ausentes.
El triunfo del oficialismo no sólo fue importante por su demostración de capacidad política al hacer de cambiar de postura a legisladores opositores, sino también porque evitó que las bancadas consigan reformar una ley que impactaba directamente en la modalidad de acción del Gobierno: Javier Milei ejecutó DNUs en áreas sensibles (canje de deuda, alquileres, privatizaciones) y quería evitar volver a tener que recurrir al veto.
El proyecto que se iba a votar proponía que el rechazo de una de las dos cámaras resulte suficiente para revocar un DNU y establecer un período de vigencia de los decretos de hasta 90 días.
La fecha de convocatoria de la sesión del 21 de noviembre no es casual: el 20 es el último día para que los dictámenes de comisión se eleven al recinto para su votación y la oposición anticipa que el oficialismo logrará consensuar el proyecto del Presupuesto 2025para esa fecha, por lo que los ausentes en esta jornada no repetirán la faltazo la semana próxima.
Allí estiman tener un mejor resultado. En el mismo temario, se podrían incluir los proyectos de Ficha Limpia, la modalidad del voto de los argentinos en el exterior y la reforma de la ley de evasión fiscal./ambito.com