El objetivo principal de estas labores es realizar un seguimiento efectivo de los casos detectados y prevenir la propagación del dengue. Para lograr esto, se están llevando a cabo operativos de bloqueo en las zonas donde se confirmaron casos de dengue, visitando casa por casa y buscando personas con síntomas.
Además, se están brindando recomendaciones para evitar recipientes que acumulen agua y se están inspeccionando las viviendas para identificar y eliminar potenciales criaderos. La combinación del control de criaderos con la fumigación permite actuar sobre las distintas etapas del mosquito, reduciendo su población y minimizando el riesgo de transmisión.
Es fundamental la colaboración de la población para reforzar las medidas de prevención en los hogares. Se recomienda dedicar unos minutos cada semana a revisar las viviendas, eliminar los recipientes que acumulen agua y mantener cubiertos aquellos que sean necesarios. Estas acciones son más efectivas que cualquier fumigación y ayudan a romper el ciclo de reproducción del mosquito.