La fiesta clandestina surgió como un evento paralelo al Seven de Tafí del Valle. La convocatoria incluyó a asistentes que pagaron una elevada suma para disfrutar de artistas en un lugar sin autorización legal.
Denuncias de los vecinos
El jefe de la Unidad Regional Oeste, comisario Marcos Goane, dispuso un operativo especial para controlar la situación, tras recibir las quejas de los pobladores de la zona.
“Toda la noche chicos gritando, autos con música a todo volumen y motos circulando a alta velocidad en un lugar que elegimos para descansar”, señaló una vecina.
La policía decidió suspender la fiesta tras constatar que no había autorización del IPLA y que se vendía alcohol.
“No hubo incidentes mayores durante la intervención, pero fue necesario un despliegue importante para evitar problemas”, explicó Goane.
Como resultado del operativo, 17 personas fueron demoradas, de las cuales seis quedaron aprehendidas para afrontar causas penales.
Entre los incidentes destacados, un joven pasó con su vehículo por encima del pie de un inspector y golpeó a otro agente que intentó detenerlo. También se lo acusó de haber agredido con un botellazo a un empleado de seguridad de un boliche cercano. El control policial resultó en el secuestro de 11 motocicletas y tres vehículos, incluido una camioneta RAM cuyo conductor no superó el control de alcoholemia.
“Los jóvenes saben que este es el riesgo de participar en este tipo de fiestas y están dispuestos a pagar por ello. Pero debemos actuar para evitar situaciones que pongan en riesgo la seguridad de todos”, concluyó Goane.