En febrero el stock de la deuda que se paga en pesos aumentó $5.776.885 millones, con lo que el capital adeudado por el Tesoro Nacional ascendió a $230.198.421 millones, lo que representa un aumento del 2,6% con respecto al cierre de enero. En cuanto a la denominada y pagadera en moneda extranjera creció USD111 millones, llevando el importe total al equivalente a USD252.452 millones,
La suba del stock se alcanzó a pesar de la cancelación de compromisos tanto en pesos como en dólares. En moneda nacional, el Tesoro pagó un total de $9.880.491 millones en concepto de capital, más unos $115.559 millones en concepto de intereses. A eso se contrapone el nuevo endeudamiento que se realizó a través de dos licitaciones de títulos públicos, mediante los cuales el Tesoro obtuvo financiamiento por $10.095.890 millones, de los cuales $468.304 millones fueron por conversión de otros títulos.
En moneda extranjera, el Tesoro canceló capital por un total de U$D 1.368 millones y se pagaron intereses por U$D 708 millones, de los cuales unos U$D 592 millones correponden al FMI. En tanto que las colocaciones de nueva deuda ascendieron a U$D 1.295 millones y los ajustes por valuación y capitalización de intereses operaron en torno a los U$D 183 millones, arrojando un saldo de crecimiento de la deuda en U$D 111 millones durante febrero.
Según informes de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), los vencimientos de dueda desde marzo a diciembre de 2025 se estiman en $111.952.748 millones por la deuda pagadera en pesos y el equivalente a USD21.404 millones por la deuda en moneda extranjera, de los cuales USD11.227 millones corresponden a letras del Tesoro intransferibles del BCRA que pueden renovarse con nuevas letras o cancelarse con financiamiento del FMI. En tanto que los vencimientos con el FMI ascienden a U$D 1.712 millones y con otros organismos internacionales a U$D 4.060 millones.
Recientemente, el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció que el nuevo acuerdo con el FMI sería de unos U$D 20 mil millones, lo que equivale a casi la totalidad de los dólares que el Tesoro necesita para cumplir con sus compromisos en moneda extranjera hasta diciembre del 2025. Vale señalar que la deuda por letras instransferibles con el BCRA es una deuda no exigible y que no genera una presión real, puesto que se trata del Estado debiéndose a sí mismo.
En términos del PBI, hacia diciembre del 2024 la deuda total (en pesos y en dólares) ascendía a un 156,9%, o lo que es igual, debíamos más de un PBI y medio. Mientras que la deuda externa implicaba en ese momento un 59,2% con relación al PBI nacional. Al realizar la comparación con las reservas del BCRA, el informe de la OPC destaca que a diciembre del año pasado la deuda total ascendía al equivalente a 1.146,7%, es decir, más de 11 veces la totalidad de las reservas internacionales. En tanto que la deuda externa significaba un 602,1% en términos de reservas.
En cuanto a la composición de la deuda en dólares, el mayor acreedor del Tesoro Nacional es el mismo BCRA, con un 27,5% de participación, lo que equivale a U$D 69.344 millones, pagaderos entre 2025 y 2034, aunque fácilmente rolleable. Le sigue en el podio el FMI, a quien le debíamos al cierre de febrero unos U$D 40.712 millones, un 16,1% del total. Al sumar todos los préstamos contraídos con organismos internacionales, la deuda asciende a U$D 80.848 millones, equivalente al 31,3% de la torta. En tanto que en bonos emitidos para la reestructuración de deuda en dólares en 2020, la cifra alcanza los U$D 95.847 millones (38%).
En el mes de abril el Tesoro enfrentará vencimientos relativamente bajos por U$D 339 millones. Para mayo ese monto aumentará considerablemente a u$d 959 millones. Sin embargo, son los vencimientos de junio (U$D 10.955 millones) y julio (U$D 4.978 millones) los más elevados que deberá afrontar el Gobierno este año, aunque vale la aclaración de que en su enorme mayoría se trata de vencimientos de letras en manos del BCRA, que puede cancelarse fácilmente con la emisión de nuevas letras. No obstante, el Gobierno deberá prestar atención a la renovación o cancelación de títulos públicos por más de U$D 4.327 millones en julio, lo que no debería significar un verdadero desafío tras el respaldo del FMI. Superado ese obstáculo, de agosto a diciembre, los vencimientos no superan en ningún caso los U$D 1.000 millones, por lo que no debería presentar mayores problemas para el Tesoro, que ya para ese entonces contaría con un importante colchón de dólares provenientes del FMI y, probablemente, de otros organismos internacionales.