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La mitad de los hogares tucumanos padecen privaciones de algún tipo

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El indicador lo dio a conocer este lunes el INDEC y parte de los datos suministrados durante el Censo 2022. A nivel país la cantidad de hogares con alguna privación material es del 34,5 %. Vale aclarar que la muestra no considera a las personas en situación de calle, cuya inclusión haría que la cifra fuera superior.

En el marco de las mediciones sobre las condiciones de vida en los hogares, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dio a conocer este lunes el Índice de privación material de los hogares (IPMH) cuyo fin es generar información adicional y complementaria a otras medidas estadísticas ya existentes tales como la Línea de pobreza, la Línea de indigencia y el Indicador de necesidades básicas insatisfechas.

El IPMH parte de los datos provistos por la población durante el Censo 2022 y apunta a identificar y caracterizar a los hogares según su situación respecto a la privación material considerando para eso dos dimensiones: los recursos corrientes y los patrimoniales. Los primeros hacen referencia al ingreso monetario de los hogares y su capacidad para adquirir los bienes y servicios necesarios. Cómo el Censo no recoge información acerca de salarios, se utiliza el nivel educativo de las personas en función de su inserción en el mercado laboral como variable para aproximar a la capacidad económica de los hogares.

Mientras que los recursos patrimoniales aluden a la acumulación de capital físico, que contribuye a garantizar determinadas condiciones de habitabilidad en las viviendas. Para calcularlo se utiliza una combinación de dos indicadores orientados a captar las condiciones habitacionales de los hogares: por un lado, la tenencia de inodoro con descarga de agua y, por el otro, la calidad de los materiales de pisos y techos de la vivienda.

En este sentido, el IPMH distingue cuatro categorías posibles: solo con privación patrimonial, solo con privación de recursos corrientes, con privación convergente –es decir, con privación patrimonial y de recursos corrientes– y sin privación.

A nivel nacional el cálculo realizado por el INDEC arrojó que el 34,5 % de los hogares argentinos padece privaciones de algún tipo (incidencia). Es decir, que no cuenta con los suficientes recursos corrientes o patrimoniales o ambos. De ese total, el 24,5 % tiene una privación convergente. Es decir, no tiene acceso a dinero suficiente para adquirir todos los bienes y servicios que la familia necesita, además de que los materiales de pisos y techos son de mala calidad o bien, no poseen un inodoro con descarga de agua.

En cuanto al detalle desagregado por provincia, Tucumán se encuentra entre las 6 peores calificadas, teniendo al 49,7 % de los hogares con privaciones de algún tipo y al 16,7 % de su población con insuficientes recursos tanto corrientes como patrimoniales. En tanto que el nivel de intensidad (peso relativo de hogares con privación convergente sobre el total de hogares con privaciones) equivale al 33,6 %. La importancia de este último indicador radica en que permite calificar la profundidad de las carencias que enfrenta la sociedad. Mientras mayor sea el número, peores son las condiciones de vida de una determinada comunidad.

Nuestra provincia solo es superada en carencias por Chaco, Jujuy, Salta, Formosa y Santiago del Estero, todas jurisdicciones del Norte Grande, lo que no es un dato menor. De hecho, las 10 provincias de la región Norte Grande se encuentran entre las 12 peor calificadas (a ellas se suman Mendoza y San Juan), lo que refleja el atraso estructural de esta parte del país.

En los extremos del ranking se encuentran la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con la menor cantidad de hogares con privaciones de algún tipo (14,1 %), y Santiago del Estero, con la mayor cantidad ( 56,4 %). Está última, junto con Formosa, son las dos únicas provincias que superan el 20 % de privación convergente, con 21,6 % y 20,4 %, respectivamente. Es decir, que en estas jurisdicciones al menos 2 de cada 10 hogares no cuentan con ingresos suficientes para subsistir y los materiales de la vivienda son deficientes.

Hacia el interior de Tucumán, ningún departamento tiene menos del 35 % de incidencia, con excepción de Yerba Buena, que es el distrito mejor posicionado. En el extremo opuesto se encuentra Burruyacú, en donde el nivel de hogares con algún tipo de privación material supera el 75 %. Otros 8 distritos promedian entre el 60 % y el 75 %, en tanto que otros 5 departamentos se encuentran entre el 50 % y el 60 %. Esto significa que solamente 3 jurisdicciones tienen una incidencia IPMH menor al 50 %. Además de Yerba Buena (entre 30 % y 35 %), la Capital y Tafí Viejo son los mejores evaluados (entre 35 % y 49 %).

El IPMH busca aportar nuevos datos acerca de la realidad por la que atraviesan los hogares argentinos. Como cada indicador que elabora el INDEC, pretende servir de diagnóstico para la elaboración de políticas públicas. Como parte de la información del Censo 2022, el análisis se realiza sobre la base de datos más compleja y completa a disposición de los estadistas. No obstante, no busca suplantar la medición de pobreza e indigencia que realiza el mismo organismo a partir de la Encuesta Permanente de Hogares, sino que intenta completarla.

En función de esto es conveniente comparar ambos datos. Para el primer semestre del 2022, cuando se realizó el Censo (mayo), la pobreza alcanzó al 36,5 % de las personas y al 27,7 % de los hogares. En Tucumán los números fueron en ese momento muy similares a la media nacional, arrojando que el 35,1 % de las personas y 27,9 % de los hogares estaban bajo la línea de la pobreza. Dichas cifras difieren de manera significativa con la medición de privaciones materiales dada a conocer esta semana. En ambos casos los hogares pobres fueron muchos menos que los hogares con privaciones. Esa diferencia entre pobreza económica y privaciones materiales pone de manifiesto la necesidad de ampliar el análisis hacia aspectos más estructurales que reflejen con mayor fidelidad la realidad de los hogares.