Durante una sesión ordinaria que duró tres horas, presidida en el comienzo y el final por la vicepresidenta Victoria Villarruel, el Senado rindió homenaje a la memoria del papa Francisco, fallecido este lunes a sus 88 años. Además, en el cierre se aprobó una declaración de pesar, consensuada entre todos los bloques.
Mientras los restos del Sumo Pontífice son despedidos en la Basílica de San Pedro, en Roma, la Cámara alta cerró así lo que fue una semana en el Congreso cargada de actividades en honor a Jorge Mario Bergoglio, el argentino que estuvo al frente de la Iglesia Católica por 12 años.
El martes pasado la Cámara de Diputados hizo lo propio dentro del recinto, mientras que este miércoles hubo una ceremonia interreligiosa en el Salón de Pasos Perdidos. La sesión de homenaje en el Senado fue acordada por los jefes de bloques en reunión de Labor Parlamentaria, donde se suspendió y postergó el temario que estaba previsto -aunque oficialmente no convocado- para tratar este jueves ficha limpia, pliegos de embajadores y tratados internacionales. Esos temas se trasladaron para una sesión que tendrá lugar el próximo miércoles 7 de mayo.
Al arrancar la sesión, el senador del Pro Alfredo de Angeli fue el encargado de izar la bandera a media asta, mientras que la tucumana Beatriz Ávila pidió que se realizara un minuto de silencio en memoria del papa, previo al arranque de los discursos.
En ese marco, la presidenta del Senado invitó a todos los senadores a participar este sábado de la misa organizada en la Catedral de Buenos Aires a la que ella misma confirmó que asistirá.
La misma se realizará a partir de las 10, y será presidida por el arzobispo monseñor Jorge García Cuerva.
Entre los primeros oradores de la sesión, el radical Maximiliano Abad definió a Francisco como "una persona que trascendió las fronteras del catolicismo, que no sólo fue un pastor de una religión, sino un líder para el mundo entero. Todos nosotros somos afortunados de haber sido contemporáneos de una persona generosa, honesta, comprometida, sencilla, que no se nubló cuando se convirtió en la cabeza espiritual de una iglesia con 1.400 millones de fieles".
"Trabajó por la paz, por los derechos humanos, por el diálogo interreligioso, por la inclusión, la igualdad y la modernización de una institución milenaria", enumeró el bonaerense, que también resaltó que el Sumo Pontífice argentino "rompió estructuras, dio lugar a las minorías y se jugó por los pobres".
"Fue un papa profundamente humano, que le dio voz a los postergados, que denunció la violencia en todas sus formas", agregó.
A su turno, la senadora de Unión por la Patria Alicia Kirchner remarcó que Francisco "realmente fue una figura que marcó y seguirá marcando huella profundamente en nuestra historia contemporánea".
Al arrancar su homenaje, la senadora del Pro Carmen Álvarez Rivero expresó: "Ha muerto el papa Francisco, el papa argentino, cuánta tristeza notamos entre nuestra gente y el mundo. Lo despiden los creyentes y los que no lo son".
Más adelante, otra senadora del Pro, la porteña Guadalupe Tagliaferri, habló de su experiencia al frente del Ministerio de Desarrollo Social de la Ciudad, cuando en 2007 iniciaba el trabajo social “y ya él (por Bergoglio) caminaba todos los barrios, las villas, acompañando a los curas villeros, que habían decidido que la Iglesia tenía que abrir sus puertas, tenía que estar ahí”.
Por su parte, la senadora tucumana Beatriz Ávila manifestó que "sin lugar a dudas el papa Francisco fue un líder, un estadista de primer nivel internacional, respetado por cristianos y no cristianos".
"Para interpretar a Francisco teníamos que estar preparados, y creo lamentablemente que no lo estuvimos; y peor aún, no lo estamos. Mientras el papa hacía enormes esfuerzos por la paz en el mundo, aquí en Argentina, en su país, le cuestionábamos con una mirada miope por qué no venía", reflexionó.
En esa línea, mencionó que en el homenaje realizado el pasado lunes en la Basílica San José de Flores, donde hubo "representantes de partidos políticos de ambos extremos", cuando terminó la misa, "usted vicepresidenta, autoridad nacional, mujer, fue abucheada", señaló Ávila mirando a Villarruel. Y mencionó luego que, en esa jornada, el arzobispo Jorge García Cuerva dijo que "los argentinos no entendimos nada". "Y es así, hablamos mucho del papa, de su mensaje, pero no lo llevamos a la acción. El papa no tenía camiseta política, aunque muchos querían ponerle", apuntó./parlamentario.com